El día que conocimos a Olaia, nos comentó que nos seguía desde hacía ya un tiempo, y que siempre supo que confiaría en nosotras la labor de crear su vestido de novia. Nada más enseñarle la primera propuesta del diseño fué amor a primera vista. Sentimos una conexión increíble, tanto así que animó a su prometida a que nos conociera. En el caso de María, su pareja, acertamos con el diseño en la segunda propuesta, quedó encantada.
Los dos vestidos de esta preciosa pareja han sido creados cita a cita sin que ellas se vieran, ha sido un proceso realmente precioso. Hemos pasado de tener una relación profesional a convertirnos en amigas, ¡hasta nos invitaron a la fiesta de su boda a Marije y a mi! ¡Y qué bien nos lo pasamos! Fué precioso ver como su entorno nos decía que ambas llevaban un estilo tan diferente e iban tan “ellas” a la vez.
Dejando de lado esta historia preciosa centrémonos en los datos técnicos de los vestidos. Olaia llevaba un vestido midi con escote en forma de pico y una bonita apertura en la espalda. Le apetecía añadirle algo de color pastel al vestido de sus sueños, por lo que recurrimos a un tejido florar de encaje que se lo incluimos en los costadillos. Conseguimos darle ese toque de color que tanto deseaba, y a su vez, estilizarle la figura. También le añadimos una capa de tul desmontable en la apertura de la espalda, para que tuviera esa sensación de vestido de novia con cola. Por último, si al anochecer las temperaturas bajaban, teniendo en cuenta que esto es Euskal Herria (ya me entendéis), optamos por crear un poncho de tul.
Para hacer el vestido de María, tomamos como base el vestido SOFIA de nuestra colección atemporal HUTS. En un principio se decantó por él tal cual era, pero no estaba totalmente convencida, por lo que le propuse otra idea. Una vez que lo llevaba encima le hicimos algunos cortes y drapeados y añadimos unos cuantos pliegues a la cintura y a la parte superior. También le pusimos una pedrería monísima en el cuello, acompañando con una espalda abierta preciosa. Acentuamos un poco más el corte de sirena. A María, como a Olaia también le hicimos ese “por si acaso” contra el frío. Le hicimos el clásico bomber de Soia Bridal en un tweed blanco que le quedó increíblemente bonito para poder seguir utilizándolo incluso después de la boda.
Antes de terminar con este blog, nos gustaría contaros una curiosidad muy romántica. María nos pidió que hiciéramos algo para que su vestido tuviera el nombre de su pareja. Para que el detalle fuera bonito pero que no se viera tanto le añadimos un bordado detrás del cuello con el mensaje «Olaia’s wife» escrito en su color favorito: el lila. Y sin decirles nada, por sorpresa también le pusimos «Maria’s wife» al poncho de Olaia, bordado con el mismo hilo, significativo de unión.
Lo primero que nos viene a la cabeza a la hora de definir a esta boda y a estas novias, es la magia. Ha sido mágico el proceso que hemos vivido juntas, ha sido mágico crear el vestido a las dos novias por separado, ha sido mágico empezar siendo clientas y terminar siendo amigas, y sobre todo ha sido, es y será mágico el amor entre ellas.
¡Os deseamos toda la felicidad del mundo chicas!
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